Mi intención con este blog es que mi familia conozca constantemente mis aventuras en esta ciudad. Las promesas están para que cumplirlas.

lunes, 31 de mayo de 2010

The day before the good bye day II

Empieza la última noche en Madrid. Mentalízate: Esta noche la vas a controlar. Nada de beber desmesuradamente ya que esta noche la quiero recordar claramente y mañana tengo hacerme el pasaporte express.
Hacer las maletas se está convirtiendo en un auténtico rompecabezas. Estoy haciendo dos maletas, una grande que utilizo para los viajes largos y otra pequeñita para facturarla como equipaje de mano. Me rindo. Esto no hay manera. Tendré que pedir la maleta a Patrick para poder llevarme dos maletas grandes. Pero recuerda, solo puedes llevarte 45 kilos repartidos en las dos maletas con un máximo de 30 por maleta. Una vez completado la maleta grande la peso conmigo. 28 kilos de maleta... no está nada mal. Espero que la haya pesado bien y no tenga que montar el espectáculo en el aeropuerto para cambiar cosas de una maleta a otra. Estoy a punto de finalizar la segunda maleta y ya se hace tarde... bueno, mañana tendré tiempo para finalizarla a tiempo. Avisaré a los chicos para que nos vayamos ya. Dani: ¿Chic@s nos vamos ya a cenar? María: espera, que tengo esto para ti (con una sonrisa de oreja a oreja). Que miedo me da... si María sonrie es porque se avecina una de las suyas. Me entregan una mega tarjeta rana terciopelada de despedida con comentarios de todos. En la parte trasera encuentro un mini sobre con una tarjeta indicando que me enviarán el regalo a Ciudad de México. Ahora entiendo de que se reia María... alguna idea maquiavélica de las que me encantan habrá tenido :)

¡Os echaré a todos mucho de menos!

Ahora tocan las cañitas :). Al final ha venido todo el mundo. Que ilusión! La cena empieza a avanzar y se le empieza a calentar el saque al Brasileiro. Ya sabía yo que este no iba a tener ningún problema en empalmar para coger su vuelo a Marrakesh. Estos Brasileños tienen sangre de caipirinha. Ya que nadie le sigue a chupitos empieza a picarme. Como le pone tanto ímpetu, me tendré que tomar alguno... Después de la cena, que mejor que un wild thing? Y hacía allí nos dirigimos como un día de los de siempre. Literalmente nos echaron, como siempre. El siguiente paso ya me lo imagino: Buena dicha. Esta vez si que no, me niego, mañana me esperan 13 horas de vuelo y no puedo llegar al avión tocado. Por suerte, volvemos a casa para continuar con las copas allí. Después de unas caipirinhas de kiwi y lima decidimos irnos a la camita. Adios compis de oficina, estamos en contacto :)

sábado, 29 de mayo de 2010

The day before the good bye day I

Parece que fue ayer cuando me ofrecieron la posibilidad de ir a ciudad de México a trabajar. Después de valorar las dos oportunidades que tenía en la mesa, Portugal o México, decidí decantarme por la oportunidad tanto laboral como personal mas complicada. Siempre me han gustado los retos y hace demasiado tiempo que no se me plantea un reto complicado. He pasado demasiado tiempo en estado de hibernación y esto tiene que cambiar. Siempre me ha gustado complicarme las cosas y ésta vez no será una excepción.
Ya hace 7 semanas de esa decisión y mañana empieza mi pequeña aventura :). No siento nervios, stress o miedo, siento nostalgia. Está siendo una semana muy dura de despedidas y no pensaba que los hechos iban a suceder así. Primero la familia granadina, después los amigos de siempre y familia de Barcelona y a continuación una de las personas mas especiales de mi vida. Esto está siendo muy duro. Tengo ganas de llegar a DF y no decirle a nadie que me voy con tal de no tener que despedirme de nuevo. Hoy es la ultima despedida y después empieza mi reto. Hoy toca despedirme de las personas que me han hecho pasar los mejores momentos en Madrid, mis amigos de trabajo y de piso. Empezaron ambos siendo compañeros, pero bastó muy poco tiempo para que acabasen siendo amigos.


Es viernes y la despedida empieza comiendo juntos con los amigos de la oficina. ¡Como echaré de menos el día a día en esta oficina! Aunque tendamos a quejarnos constantemente del trabajo y nunca saciemos nuestra felicidad con él, cuando uno piensa: "este es mi último día" ve las cosas de forma diferente. Uno se despide hasta de la personas con las que como mucho ha cruzado dos palabras en el ascensor. Curioso sentimiento. Nos dirigimos a comer en el restaurante de los viernes. Tengo la mente pensado fuera de lugar y solo pienso es que mañana estaré en un avión rumbo a Ciudad de México. Acabamos de comer y me despido de Belén y de Pedro. Echaré mucho de menos tanto las conversaciones destructivas con Belén como los partidos de tenis&squash con Pedro. Podéis estar tranquilos los demás que nos vemos ésta noche. Una vez de vuelta en la oficina, me despido de la mesa, el escritorio y el ascensor.

Llego a casa y empiezo a hacer la maleta y comienzo a organizar los más importante que me tengo que llevar. Empiezo por la documentación y aquí empieza la sorpresa. ¿Dónde está mi pasaporte? No me lo puedo creer. El pasaporte no se encuentra donde lo dejé. Juraría haberlo visto en la mesa todos los días desde que decidí cambiar de país. De hecho, le llevé a la oficina para escanearlo y después recuerdo dejarlo en sitio seguro pensando: "no seas capaz de extraviarlo, con la cabeza que eres tú eres capa". Efectivamente, lo perdí. Después de buscarlo por todo el piso, llamar a mi madre, contactar con Basi (nuestra ayudante de tareas casa), preguntar a Enrique si se encuentra en la oficina no lo encuentro. Seguro que mi compañera de piso me lo ha escondido para obligarme a que no me vaya. No tengo más remedio que dirigirme al aeropuerto de inmediato para solicitar un pasaporte express. Esto solo me puede pasar a mi. Consulto en internet y compruebo que hay 2 comisarías de policía, una en la T1 y otra en la T4. Pienso: "Vamos a empezar por la T1 que está más cerca de nuestra casa y ya son las 20H...". En la T1 nos informan que no hay problema en hacer el pasaporte express y que los trámites se realizan en la T4. Me quito un peso muy grande de encima. Una vez en la T4 nos informan de que el trámite únicamente se puede realizar el mismo día que e va a volar así que tendré que hacerlo mañana. Pregunto insistentemente si no hay ningún problema y me ratifican que no me preocupe que el trámite es bastante rápido. Me responden que es algo muy común que no nos demos cuenta cuando vamos a viajar que el pasaporte está caducado o que no lo tenemos. Eso no me reconforta...


Por fin estoy tranquilo y relajado, ahora tengo la mente centrada en disfrutar mi último día, mí última despedida....